viernes, 24 de octubre de 2014

El dedo de Lula

El dedo de Lula
[24-10-2014 03:41:39]
Pedro Corzo
Escritor, Periodista y Editor

(www.miscelaneasdecuba.net).- Brasil enfrenta unos comicios importantes.
Sus instituciones son fuertes y aparentemente están preparadas para
soportar grandes tensiones, pero también es evidente que un amplio
sector de ciudadanos de ese país, están hartos de la corrupción y los
malos manejos de los gobiernos del Partido de los Trabajadores que
capitanean Luis Inacio Lula da Silva y la actual mandataria Dilma Rousseff.
No es de esperar que un cambio de residentes en el Palacio de Planalto
afecte sustancialmente la política económica y de desarrollo social del
país, pero si se supone una mayor transparencia en la administración y
también una política hacia América Latina más comprometida con la
democracia y el respeto a los derechos humanos.

El gobierno de Rousseff sufrió las mayores protestas sociales de los
últimos veinte años. La ciudadanía exigía servicios de mayor calidad,
pero además rechazaba el gasto de miles de millones en la construcción
de infraestructura para el Mundial de Futbol, y la corrupción asociada a
muchos de los proyectos del magno evento.

La economía brasileña solo ha crecido este año un 0.29% y la inflación
está cerca del 6.5 % que aprueba el gobierno, no obstante la
administración mantiene su política de inclusión social y lucha contra
la pobreza.

Por otra parte en política exterior Rousseff al igual que su predecesor
Lula da Silva, ha guardado un silencio bochornoso ante las violaciones a
los derechos humanos en los países de la Alianza Bolivariana de Las
Américas y a las frecuentes faltas a las prácticas democráticas en esos
países.

En relación a Cuba su conducta ha sido todavía de más complicidad que la
que desplegó su mentor. En el puerto de Mariel, el estado brasileño ha
invertido 640 millones de dólares y contratado a 11,400 médicos cubanos
a los que les paga menos de una cuarta parte de su salario, enviando el
resto del dinero al gobierno de Raúl Castro, una acción fuertemente
criticada en Brasil por diferentes instituciones, incluidas las de
profesionales de la salud.

Recientemente el diario brasileño O Globo informó que el gobierno de
Rousseff por medio del Banco Nacional para el Desarrollo, facilitó al de
La Habana un crédito secreto superior a los mil millones de dólares.
Este aspecto fue abordado por el candidato Aecio Neves en uno de los
debates a la presidencia.

Lula da Silva, el gran elector, controla el Partido de los
Trabajadores y su influencia es evidente, porque fue su decisión que
Dilma Rousseff fuera la candidata del partido en los comicios del 2010,
cuando su favorito José Dirceu, fue atrapado en un multimillonario
escándalo de corrupción.

Este vicio tambien ha estado presente en el mandato de Rousseff, porque
hace unas semanas Paulo Roberto Costa declaró que el partido de gobierno
se quedaba con el 3% del valor de los contratos que firmaba la empresa
petrolera del estado, Petrobras.

Esta denuncia es avalada porque hace dos años la Corte Suprema de Brasil
condenó a altos dirigentes del PT por haber llevado una contabilidad
paralela que tenía como fin comprar el apoyo de legisladores aliados del
oficialismo para proyectos del gobierno. Este fue el escandalo por el
que Dirceu fue sancionado a casi once años de carcel, junto a otros 24
colegas del Partido de los Trabajadores, entre ellos Jose Genoino, ex
presidente de la agrupación y Delubio Soares, ex tesorero del organismo.

En un punto y aparte hay que reseñar que aunque Lula da Silva no estuvo
involucrado en el famoso proceso del Mensalon, si fue mencionado.

Pero bien, la realidad es que Lula da Silva sigue siendo el gran
elector. Cuando Rousseff estaba cayendo vertiginosamente la rescató
interviniendo activamente a su favor y atacando a su rival Marina
Silva, la candidata del opositor Partido Socialista Brasileño y favorita
en las encuestas. Silva había acompañado por 24 años, a quien fuera
junto a Fidel Castro, co fundador del Foro de Sao Paulo, un organismo
que agrupa a subversivos y terroristas de muchas banderas, pero que
tienen en común ser enemigos de la democracia.

Fue Lula quien sacó de la campaña a Silva, al igual que promovió a
Dirceu como su sucesor y posteriormente a Rousseff cuando su primer
elegido resultó convicto. De nuevo en el 2014 ha vuelto a apoyar a su
discípula, por lo que hay espacios para muchas preguntas entre ellas,
intereses del Partido o de da Silva.

Evidentemente Lula es poderoso, tanto que lleva a recordar el
característico "dedazo" del Partido Revolucionario Institucional de
México y por supuesto a evocar los dos dedos más enérgicos del PRI,
Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas, de quienes al parecer Lula
heredó su energía, porque la candidata y presidenta Rousseff, dijo que
le apoyaría en los comicios del 2018 si decide ser candidato.

Source: El dedo de Lula - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5449ae533a682e18d82df65d#.VEozwfmUdHE

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