jueves, 26 de diciembre de 2013

Un verdadero caso social

Un verdadero caso social
JUEVES, 26 DE DICIEMBRE DE 2013 00:25 ESCRITO POR FRANK CORREA

Cuba actualidad, Jaimanitas, La Habana, (PD) La nomenclatura "caso
social" se estipuló en Cuba como un rimbombante método de atención a
desvalidos, que elevaba a altos estratos la faz humanitaria de la
revolución socialista.

Mireya Saldívar, una anciana que vive sola con su hijo inválido en Calle
3ª entre 226 y 228, en Jaimanitas, me ha contado ayer una historia distinta.

Comienza con el accidente de su hijo Enrique en la ponchera de Montufar,
a la entrada del pueblo, que posee el único compresor de aire en varias
millas a la redonda, y donde se cogen ponches a neumáticos de autos,
bicicletas y motos.

Enrique era trabajador civil de mantenimiento en una unidad militar de
Pinar del Río, pero quedó desempleado en el 2006 por falta de contenido
de trabajo. Cuando el viejo Montufar abrió la ponchera, en 2012, lo puso
a coger ponches y echar aire junto a otro muchacho desempleado del barrio.

Hace unos meses, le reventó un neumático a Enrique en la mano y fue
lanzado sobre un montón de hierros. Se clavó una cabilla en la espalda
que le interesó dos vértebras y lo dejó postrado para el resto de la vida.

Como el joven no tiene padre ni hermanos, Mireya pasó las de Caín
durante todo el proceso de la intervención quirúrgica y la convalecencia
en el hospital. Al llevarlo para la casa comprendió que Enriquito solo
la tenía a ella y a su minúscula pensión de 120 pesos mensuales, que no
alcanzaba para cubrir los gastos de la casa y las medicinas. Se enteró
que estos casos eran atendidos por el Departamento de Asistencia Social
del policlínico, donde la autorizaban a recibir de la farmacia los
medicamentos gratis.

Mireya se dirigió al Departamento de Asistencia Social, pero le
comunicaron que debía dirigirse a la casa del SIDA, situada en la zona
de Atabey, donde entregan las planillas para los casos sociales. Cuando
llegó a ese apartado lugar de la geografía habanera, una doctora le
informó que la joven de esa área pidió la baja y aún no habían enviado a
nadie para remplazarla. Le dieron un número de teléfono para que llamara
antes de ir, pero siempre recibía la misma respuesta, hasta un día que
le dieron otra dirección: 13 y 36, en el reparto Buena Vista, donde en
lo adelante se atenderían estas solicitudes.

En 13 y 36 le orientaron regresar al hospital a solicitar un documento
expedido por el equipo médico que realizó la operación, con los datos
personales y las firmas de todos los facultativos que participaron en
ella, algo que no pudo conseguir, pues un médico se encontraba en viaje
de trabajo para Venezuela y otro en una misión internacionalista en
Pakistán.

Pidió una entrevista con el director del hospital. Anegada en llanto le
suplicó que hiciera una excepción con su hijo. Le entregaron el
documento tras casi agotarse en lamentos. Regresó al policlínico de
Jaimanitas, pero la encargada de la Asistencia Social había salido de
vacaciones. Al reincorporarse en diciembre, le informó que el próximo
paso era una declaratoria de un Bufete Colectivo que certificara que el
enfermo no contaba con más familiares en edad laboral.

Angustiada por tantas carreras, Mireya le preguntó a la empleada de
Asistencia Social si faltaban muchos trámites. "Estás a mitad de
camino", le dijo esta, "faltan las firmas y los cuños de la Dirección
Provincial de Salud Pública, que queda en La Rampa, y la Comisión
General de Asistencia Social, que está en La Habana Vieja. Además de la
autorización de la tarjeta firmada por el propio ministro, y una carta
de solicitud personal de tu puño y letra con la firma de dos testigos".

Mireya había gastado dos meses de pensión en trámites. Juró que con el
cobro siguiente iría a la farmacia a comprar las medicinas "por la
izquierda". Hoy, está segura de haberse ahorrado con esa decisión muchas
molestias y decepciones. Dice que cuando limpia la herida de su hijo, o
lo peina, ha vuelto a contarle el cuento de "La cucarachita Martina",
como cuando era un bebé que no conocía el mundo al que su madre lo había
traído.

Para Cuba actualidad: frankcorrea4@gmail.com

Source: "Un verdadero caso social | Cuba noticias actualidad.Periodismo
independiente." -
http://www.primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/9494-un-verdadero-caso-social.html

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