martes, 2 de octubre de 2012

Voto y pantomima: ¿A quién interesan las elecciones en Cuba?

Voto y pantomima: ¿A quién interesan las elecciones en Cuba?
Publicado el Lunes, 01 Octubre 2012 10:09
Por Raúl Hernández Ortega

Desde principios de septiembre los medios de prensa en Cuba, controlados
absolutamente por el Estado, se hacen eco del llamado proceso de
nominación de candidatos a las Asambleas Municipales del Poder Popular,
inicio de la farsa electoral cubana que anuncia votación en primera
vuelta para el 21 de octubre.

La nominación concluyó finalmente el sábado. Este lunes el oficialísimo
diario Granma informa que las fotos y biografías de los más de 50 mil
900 candidatos nominados están siendo expuestas en sitios de afluencia
pública en cada una de circunscripciones en que se ha dividido el
territorio nacional para las elecciones.

Como parte de esta alharaca electorera, desde hoy se efectuarán
seminarios de capacitación de los miembros de las mesas electorales que
dirigirán los comicios en más de 29 mil 500 colegios en toda la isla.

Pero los latidos del país andan por otra parte y la gente de a pie
parece más interesada por la suerte de las elecciones en Venezuela y
Estados Unidos que por la cansona pantomima que se perfila en Cuba.

Elegidos para asentir

A nadie más que a la élite gobernante le interesan estas elecciones en
Cuba. El pueblo sabe de sobra que los delegados no tienen ningún poder,
además de ser impuestos por el Partido Comunista en un proceso formal
que se controla desde arriba y que tiene como único objetivo tratar de
mostrar al mundo una máscara de sociedad democrática.

Hace más de 20 años conocí la historia de un joven periodista que se fue
a residir a una comunidad rural y la gente comenzó a comentar que lo
iban a proponer como delgado, pues había contribuido a la solución de
algunos problemas. Cuando se reunieron los militantes del Partido
Comunista del barrio, recibieron la orientación de quienes debían
aparecer en las boletas. Enseguida entre la gente comenzó a circular el
rumor de que no se podía proponer al joven periodista y como era de
suponer, nadie lo propuso. El miedo y la falta de libertad se imponen y
la inmensa mayoría no quiere buscarse problemas.

En el proceso anterior de nominación de candidatos pude conversar con
varias personas que se negaron a aceptar ser propuestas para delegados.
Los expulsaron de las filas del Partido y fueron sancionados en sus
centros de trabajo.

Las asambleas son convocadas por los Comités de Defensa de la
Revolución. Después van casa por casa diciendo que salgan, que la
asamblea va a comenzar. La gente se reúne de pie. Se canta un himno
nacional que va languideciendo hacia el final. Después, según un guión
preelaborado, los militantes del Partido hacen las dos o tres propuestas
orientadas y la gente levanta la mano con apatía para regresar a la casa
a ver la televisión.

Mujeres y negros

Ahora está de moda proponer mujeres y personas de la raza negra. No
importa su condición moral, ni siquiera su historial delictivo. Mujeres
y negros aportan cifras que pueden ser interesantes en foros
internacionales para reforzar la idea de una sociedad participativa y
sin discriminación.

El día de la votación sucede algo semejante al de la asamblea. Desde
temprano empiezan los del Comité a tocar en las casas para que la gente
vaya a votar. Antes se han publicado las insulsas biografías y las fotos
de los candidatos. Esto se hace a nivel de barrio. La gente va y hace
una cruz por cualquiera. Da lo mismo. El elegido irá a una asamblea para
votar por el que el Partido Comunista haya designado para presidente de
la Asamblea Municipal, un cargo semejante al de un alcalde, pero sin
ningún poder de decisión.

Mientras se gastan dinero y recursos en este manipulado proceso, solo
para dar una apariencia de democracia, los edificios se derrumban, las
calles se llenan de huecos, falta el agua en las casas, no hay
transporte público y la gente pasa las de Caín para poder comer algo
cada día.

La llamada democracia socialista es una de las mayores falacias que ha
concebido la dictadura totalitarista en Cuba. Encima de que la gente no
tiene derecho a expresarse libremente ni a afiliarse a un partido
político si así lo deseara, tiene que admitir por decreto que viven en
una democracia. Lo peor de todo es que esta farsa está refrendada por
una Constitución, por la que se dice que votaron casi por unanimidad los
todos cubanos en 1976.

Farsas y maniobras

Sería interesante ver qué sucedería si se hace un nuevo plebiscito para
conocer lo que piensan hoy los cubanos con respecto a este modelo
democrático. Se debería tener en cuenta el hecho de que millones de los
que votaron afirmativamente en aquella oportunidad ya fallecieron,
abandonaron el país o sencillamente ya cambiaron de opinión, y que
millones de los que hoy tienen derecho al voto, no lo tenían entonces.
Además, se debería considerar también la opinión de todos los cubanos
sin distinción de su lugar de residencia.

Acaso lo más singular que viene ocurriendo en este proceso es la
negativa de algunas comunidades del interior del país a realizar las
asambleas de nominación, y la firme determinación de la delegada Sirley
Ávila León, elegida tres veces por sus vecinos de Limones, en Las Tunas,
y quien ha llevado su caso ante la opinión pública internacional tras el
silencio de la máxima dirigencia ante sus reclamos por el cierre de una
escuela local.

La democracia en Cuba es un espejismo. Todos los cargos públicos y
empresariales son controlados por el Estado. El dirigente es dirigente
siempre. Puede estar hoy al frente de un central y mañana de un hotel,
una tienda o una empresa textil. Dirigir es un arte y para eso cuentan
con su agenda debajo del brazo y su discurso hueco. Solo se tiene que
cumplir a pie juntillas las orientaciones y hacer fehaciente la
incondicionalidad al Partido y sus líderes. Siempre que el dirigente
"cumpla políticamente" y no se le vaya mucho la mano en el bienestar
personal, podrá seguir disfrutando algunas prebendas. No le faltará
automóvil, combustible, buena casa, comida y vacaciones en la playa.

En la larga lista de defenestrados, algunos sacaron la mano, el pie o la
lengua. Ahí están los casos de Carlos Aldana y Robertico Robaina, Hassán
Pérez y Yadira García, Felipe Pérez Roque y Carlos Lage. La democracia
socialista los cogió fuera de base y ya nadie se atrevería a proponerlos
ni siquiera para delegados de circunscripción.

Pero habrá que seguir el proceso que está en marcha, porque pudiera
sacar a la luz más de una sorpresa. No por los resultados previsibles,
sino por las maniobras que se verá obligado a hacer entretelones el
régimen para perpetuar la farsa. Entre la población cubana -y
particularmente entre los más jóvenes- hay muchos que no quieren seguir
llevando la máscara.

http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/politica/2221-voto-y-pantomima-a-quien-interesan-las-elecciones-en-cuba

No hay comentarios:

Publicar un comentario