jueves, 11 de octubre de 2012

Sobre nuestra justicia

Sobre nuestra justicia
Jueves, 11 de Octubre de 2012 14:42
Escrito por Wilfredo Vallín Almeida

Cuba actualidad, La Víbora, La Habana, (PD) Uno de los elementos
fundamentales del juicio oral para que sea creíble en su esencia es el
de la publicidad. La publicidad, si bien no es sinónimo de total
transparencia, nos acerca a ella, toda vez que somete los hechos
acontecidos ante nuestros ojos y las acciones del tribunal al severo
escrutinio de quienes los contemplan. Sobre todo cuando se trata de
procesos judiciales que, sin lugar a dudas, van a quedar en la historia
de la nación y en la historia personal de quienes actuaron en ellos.

Cuando un juicio es público y se permite la participación de todo el que
quiera asistir, es difícil que puedan suceder cosas que la perspicacia
del pueblo no capte y, pueda por tanto, la justicia quedar en
entredicho. De ahí su importancia para los participantes de uno u otro lado.

Así, y al fin, tuvo lugar, al fin, el juicio oral por el evento en que
perdiera la vida el Premio Sajárov de Derechos Humanos Oswaldo Payá
Sardiñas, promotor y ejecutor del ya histórico Proyecto Varela y
celebrado contra el español Ángel Francisco Carromero Barrios, quien
conducía el vehículo en el que viajaba Payá junto a uno de sus más
cercanos colaboradores y un ciudadano sueco.

Este juicio despertó desde un inicio una serie de criterios
controversiales pues las autoridades cubanas y sus seguidores lo
consideraron siempre un accidente en tanto que muchos opositores al
gobierno no comparten para nada ese criterio.

Lo que quedaba entonces, a nuestro modo de ver, era actuar de manera que
no permitiera duda alguna acerca de este engorroso asunto en donde lo
primero que tenía que quedar claro era que estábamos en presencia de un
lamentable accidente, nada más.

Para lo anterior, lo más sensato era actuar de manera que no dejara
lugar a dudas, y ese proceder solo podía lograrse mediante el más
estricto apego a lo establecido en estos casos.

Así, en la Ley de Procedimiento Penal (LPP), en su artículo 305, leemos:

El juicio oral es público a menos que razones de seguridad estatal,
moralidad, orden público o el respeto debido a la persona ofendida por
el delito o sus familiares aconsejen celebrarlo a puertas cerradas.

El juicio fue a puertas cerradas y con un gran despliegue policial
alrededor del Tribunal que sesionaba. Si en realidad las autoridades no
consideraban lo sucedido como un mero accidente de tránsito sin más,
¿por qué no declararon su privacidad por razones de seguridad estatal,
que está mucho más cerca de los hechos reales?

Más adelante, en el propio artículo 305 antes mencionado, leemos:

Sólo asistirán a las sesiones de los juicios a puertas cerradas las
partes, sus representantes, Defensores, el personal auxiliar y las
personas que el Presidente o el Tribunal autoricen.

Por supuesto que no llegaremos a sugerir aquí que se hubiera debido
permitir el acceso a la prensa independiente. Sería demasiado.

Pero, inconcebiblemente, no se permitió a los hijos del finado Payá
Sardiñas su acceso a la sala de justicia del Tribunal en franca
contraposición a lo que acabamos de leer en el artículo 305 de la LPP.
Estas muy jóvenes personas ¿hubieran podido provocar un gran desorden
público en la sala? Lo dudo mucho.

Por último, el artículo que nos ocupa finaliza:

El Tribunal puede adoptar esta decisión antes de comenzar el juicio, o
en cualquier estado del mismo, de oficio o a instancia de parte,
haciendo constar en el acta las razones en que apoye esa decisión.

Ya tenemos experiencia, incluso en simples procesos administrativos, de
juicios a puerta cerrada y con despliegue policíaco, sin mediar, además,
explicación alguna por ello.

De todas maneras, me gustaría leer en el acta del tribunal las razones
que tuvo para actuar de la forma en que lo hizo en este caso. Pero
también dudo mucho que eso sea posible con todo lo que estamos
viendo...y a pesar de lo que se declara en los eventos internacionales
sobre nuestra justicia.

Para Cuba actualidad: vallinwilfredo@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/la-consulta/5447-sobre-nuestra-justicia.html

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