miércoles, 3 de octubre de 2012

Qué celebración!

¡Qué celebración!
[02-10-2012]
Hugo Araña
Corresponsal de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- Un aniversario más de los CDR (Comité de
Defensa de la Revolución) en este septiembre 28, pasó sin penas y
glorias en las cuadras que colindan con el hogar de este Periodista
Independiente, en su barrio de La Playa perteneciente a la ciudad de
Matanzas.

Esto lo comprobé, cuando realicé un pequeño por 18 cuadras en horas de
la noche del 27, cuando se esperaba que los "cederistas" organizaran
el tradicional mejunje llamado caldosa y por supuesto, música para
ambientar la cuadra. Lo que sí puedo asegurar en que sólo dos
cuadras, me encontré que personas mayores, y recalco mayores, se
disponían a celebrar dicho acontecimiento.

En el resto, silencio, mucho silencio en las calles. Tal parecía que esa
noche anterior a la fecha, era una más sin ninguna connotación especial.
Por lo tanto, aunque no se diga por lo claro y mucho menos en alta voz,
para la población – y reitero por donde transité-, el 28 de septiembre
pasó sin penas ni glorias.

Esta situación por otra parte, en la prensa nacional el 26, 27 y 28,
leí ciertos artículos con la intención de reavivar los CDR y traerlo
al presente, y que vuelva a tener la pujanza que tuvieron en un momento
dado. Es decir, nadar contra la corriente, o en pocas palabras: el
globo se desinfló por sí solo.

Eso es lo que ha quedado de los famosos CDR. Una sigla revolucionaria
más, que en el pasado tuvo una nefasta influencia en la población de
verse vigilada a todas las horas del día y la noche; en un acoso
denigrante cuyos resultado fue separar no sólo a los vecinos pensasen
como pensasen, sino lo más lamentable, divisiones en la misma
familia cubana, viéndose de pronto como enemigos entre sí.

Este punto, ya por suerte superado bastante, al reconocerse que todo
fue una jugarreta del Gobierno para consolidarse, que con el tiempo,
ese que siempre pone las cosas en su lugar, hoy en día los CDR ni se
nombran, como si fuera una herejía medieval con su cuota adjunta de
vergüenza, por los actos que muchos de sus afiliados fueron obligados
a organizar como mítines de repudio, "pasear" por las calles con
cárteles colgados en el cuello a los que abandonaban el país, mientras
le tiraban lo que tuvieran a su disposición, que hasta con excrementos
los "maquillaban" , para que después con el tiempo, ésos mismos, por
aquí o por allá, cogían el mismo camino en una plena ironía.

Los CDR, si este Gobierno tuviera un poco de recato ante todo lo
sucedido, lo que debiera hacer es ni nombrar siquiera sus siglas, y que
el mismo tiempo se lo llevara al reino del olvido para el bien de todos

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37265

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