martes, 23 de octubre de 2012

No satisfacen los cambios migratorios

No satisfacen los cambios migratorios
Martes, Octubre 23, 2012 | Por Orlando Freire Santana

Cuba-Ley de EmigraciónLA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Tal vez
motivadas más por la presión nacional e internacional, que en aras de
poner fin a una situación en extremo anacrónica, las autoridades cubanas
acaban de dar a conocer lo que califican como "actualización de la
política migratoria". La afirmación anterior se sustenta,
principalmente, en las omisiones y las nebulosas presentes en el
comunicado oficial aparecido en el periódico Granma.

Es cierto que la eliminación del Permiso de Salida (o Tarjeta Blanca) es
un paso de avance en el reconocimiento del derecho que le asiste a toda
persona de viajar al exterior. Además del desembolso que implicaba la
obtención del referido documento, la famosa Tarjeta— al ser denegada— se
constituyó en un impedimento legal para que muchos ciudadanos pudieran
salir de la isla, sobre todo si se trataba de disidentes u opositores a
los que el gobierno pretendía castigar.

Sin embargo, nadie piense en una apertura total en lo concerniente a las
salidas del país. La propia información oficial asevera que "se
mantendrán medidas para preservar el capital humano creado por la
Revolución, frente al robo de talentos que aplican los poderosos". Es
decir que, en lo adelante, el permiso de viajar al exterior se
dilucidará de un modo más sutil, no mediante un documento, sino por una
subjetividad que muy bien pudiera desembocar en el ámbito de lo
arbitrario. Porque, bajo el precepto de preservar el capital humano, lo
mismo podrían negarle la salida a un médico, un deportista, un
científico, o un artista. Incluso, si un disidente, con formación
profesional, solicitara un permiso para viajar temporalmente al
exterior, podría ser víctima de una denegación al invocársele la
condición de capital humano, con lo cual no se haría otra cosa que
mantener el abusivo mecanismo que hoy prevalece.

Pero, sin dudas, la laguna más visible que exhibe la flamante
actualización de la política migratoria se relaciona con el posible
accionar de los emigrados. Ni media palabra acerca de la aspiración de
muchos compatriotas residentes en el exterior de poder entrar libremente
en el país que los vio nacer. Tendrán que seguir solicitando el permiso
de entrada en los consulados cubanos, los cuales otorgarán o no el visto
bueno en base al "buen comportamiento" del aspirante. Y el buen
comportamiento, como es lógico, significa comulgar con el castrismo.
Entonces proseguirá el doloroso exilio para todo el que se haya
manifestado contrario al gobierno cubano, o a quienes se considere no
aptos para pisar el suelo de la patria.

Imagino la decepción que deben de haber experimentado ciertos
integrantes de la diáspora, incluso algunos con determinado grado de
simpatía hacia las autoridades cubanas, al enterarse de que su petición
para invertir en Cuba, o bien apoyar activamente al emergente sector no
estatal de la economía, no mereció ni tan siquiera una letra en el
comunicado oficial. Algunos de ellos, por ejemplo, habían participado no
hace mucho en el evento "Diálogo entre cubanos", organizado por la
Iglesia Católica de la isla, ocasión en la que expresaron sus deseos de
que pudieran hacerse realidad estos y otros anhelos de los emigrados.

También es cierto que el anuncio aparecido en Granma indica que
"paulatinamente se adoptarán otras medidas relacionadas con el tema
migratorio". No obstante, resulta inevitable que nos asalte el pesimismo
si se trata de esperar auténticas aperturas por parte del gobierno
cubano. Es probable que ya den por concluido el tema migratorio, y las
medidas complementarias aguarden en la cola de los tantos Lineamientos
pendientes de materializarse.

http://www.cubanet.org/articulos/no-satisfacen-los-cambios-migratorios/

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