viernes, 19 de octubre de 2012

La agonía del fútbol cubano

La agonía del fútbol cubano
Publicado el Jueves, 18 Octubre 2012 05:20
Por Omar Claro

Mucho antes de la goleada que le endosó Estados Unidos a la selección
nacional en las semifinales de CONCACAF rumbo a la Copa Mundial de
Sudáfrica 2010 en el Robert F. Kennedy Memorial Stadium de Washington
(11 de octubre de 2008), ciertos detalles anticipaban ya la estructura
estéril del balompié cubano.

La historia se repite. Casi cuatro años después, el 12 de octubre
último, Cuba se despidió de otra aventura mundialista con tantas o más
interrogantes que lo ocurrido en ciclos anteriores. Derrota por 3- 0 a
manos de Canadá. En seis partidos el once caribeño no conoció la
victoria y apenas logró marcar un gol durante las semifinales de
CONCACAF, al igualar a un tanto contra Panamá en la capital cubana.

Un duro traspiés, salpicado por la deserción de cuatro futbolistas y
el sicólogo del equipo nacional cubano, unas horas antes del partido
Canadá-Cuba en Toronto.

Aunque la audacia de esto jugadores antillanos fue lo que disparó
todas las alarmas en la oficina del presidente de la FIFA, Joseph S.
Blatter, lo cierto es que el fútbol de la isla viene dando bandazos
hace bastante tiempo. Blatter lo sabe y ahora busca tomar al toro por
los cuernos.

Las cosas que no funcionan

"Esto no puede seguir así. Las cosas no funcionan", sostuvo desde
Ginebra, Suiza, el timonel de la FIFA. Blatter ha prometido que
hablará personalmente con la Asociación de Fútbol de Cuba.

Se podría agregar, sin la pretensión de ser absolutos, que el más
universal de los deportes ha sobrevivido en Cuba frente a una leve
sensación de olvido y generalmente abandonado a su suerte.

La única ocasión en que Cuba ha asistido a un Mundial fue en la
tercera edición de Francia 1938, donde incluso llegó a clasificar a
los cuartos de final. Después de ese chispazo futbolero, los demás
intentos, unos tras otros, han terminado en un rotundo fracaso,
incluida la hexagonal final de 1981 en Honduras, cuando se contaba con
un respetable elenco. Pero los resultados nunca le acompañaron en esa
instancia decisiva camino a España 1982.

Haciendo un poco de historia, a inicios de 2001, el respetado técnico
peruano Miguel Alejandro Company Chumpitazi aceptó dirigir ad honoren
el once cubano, responsabilidad que luego se extendería a las
selecciones U 23, U 20 y U 17, además de sus labores de asesor,
conferencista y profesor en el Instituto Superior de Cultura Física
Manuel Fajardo.

En pocas palabras, el sudamericano vino a instaurar un poco de orden,
"dentro de tanto desorden"… y sus resultados sinceramente dieron paso
a la esperanza.

La era de Company

Cuba conseguía su primer triunfo en las Copas Oro tras ganarle a
Canadá por 2-1, el 14 de julio de 2003 en Foxboro, Boston… y por
añadidura se clasificaba a los cuartos de final.

Otro de los aportes de Company fue el desarrollo de los técnicos
nacionales -Armelio Luis García y Raúl González Triana, los más
visibles-, junto al cambio de mentalidad sobre la selección de
jugadores al equipo nacional.

"De los 31 futbolistas que integraban la preselección nacional a mi
llegada en el 2001, 14 pertenecían al campeón nacional Ciudad de La
Habana y los nueve restantes al vicetitular Villa Clara… No se tenía
en cuenta a los jugadores del resto de los equipos", aseguró Company.

Para ese momento, Maikel Galindo Castañeda, que luego conquistaría el
Botín de Oro con Chivas USA en la MLS, no pasaba de ser un suplente
con el once de Villa Clara, pero el ojo visor de Miguel Company no
encontró ningún inconveniente en hacerlo debutar en la selección
mayor… hasta convertirlo en titular.

"El fútbol es el reflejo de la sociedad, de cómo vive la gente… yo
solo busque trasmitirle esa sensibilidad a los jugadores cubanos, en
el sentido más creativo", enfatizó Company.

Pero algunos detalles logísticos escapaban de la óptica futbolera del
avezado entrenador.

Un campeonato nacional con escaso atractivo, ante la obstinada
presencia de 16 equipos en la primera categoría, situación que
responde más a la estructura de participación que al nivel del propio
certamen, "donde los equipos no podían realizar ni siquiera tres
pases".

Pasos de avance

De cualquier forma, con Company se creció futbolísticamente, en la
técnica y lo táctico. Los jugadores creyeron en esta visión y también
se superaron anímicamente.

A tal punto se avanzó en esa dirección que Cuba estuvo a un gol de
clasificarse por segunda vez en toda su historia a una hexagonal final
de la CONCACAF, tras empatar primero a dos goles en La Habana y luego
1-1 en Alajuela, en partidos de ida y vuelta frente a Costa Rica en
la eliminatoria mundialista para Alemania 2006.

Y todos sabemos hasta dónde llegaron los ticos.

Tras la salida de Company -en circunstancias desconocidas hasta hoy-
todo apuntaba hacia la continuidad de su trabajo… y así fue.

La Asociación de Fútbol de Cuba (AFA) anunció la designación de
Armelio Luis, alumno aventajado de Company, como sucesor del
entrenador peruano.

Y Armelio respondió con el boleto a la Copa Oro 2005, la cuarta
presencia consecutiva de Cuba en el máximo evento regional.

Al poco tiempo, Armelio se desligó del fútbol cubano para dirigir
brevemente a las Islas Guadalupe, de donde es oriunda su esposa. A
finales de 2006 fue contratado como director técnico del once de
Haití, equipo al que clasificó a la Copa Oro 2007 luego de hacerse del
título caribeño.

Cambio de mando

Entonces, sería el turno de Raúl González Triana, otro destacado
discípulo de Company.

Triana repitió la labor de Armelio y volvió a clasificar al once
criollo a la Copa Oro 2007, antes de hacerse cargo de la selección
olímpica para Pekín 2008.

Justo en ese punto, la AFC anunció la contratación del técnico alemán
Reinhold Fanz para conducir los destinos de Cuba en la eliminatoria
mundialista Sudáfrica 2010.

Primer error, la escasa comunicación entre Fanz y los jugadores.

La AFC quiso enmendar el problema idiomático, añadiendo en el cuerpo
técnico al septuagenario Roberto "Nene" Hernández, quien había
estudiado en la antigua Republica Democrática de Alemania (RDA).

El experimento nunca funcionó.

Al final, la disciplina y unidad del equipo se resintió.

Jugadores clave como Leonel Duarte Pla y Alain Cervantes O´Farrill,
por citar dos ejemplos, criticaron abiertamente las decisiones del
técnico alemán.

Malas decisiones, pésima gestión

Además, nunca se pudo comprender la verdadera estrategia seguida por
Fanz. Al menos los resultados no avalan su trabajo… y mucho menos
aquellos partidos de preparación ante clubes de sexta y séptima
división en Alemania.

¿No hubiese sido más aconsejable establecer un campamento de
entrenamiento aquí, allá y acullá, para luego disputar un par de
choques contra equipos del área, sin necesidad de sumar tantos y
tantos encuentros amistosos sobre la lluvia y el barro en canchas
alemanas frente a rivales de dudosa calidad?

Después de todo, pasó lo que tenía que pasar.

En el partido Estados Unidos-Cuba, a hurtadillas, el entrenador
avileño González Triana retomó la dirección técnica del once cubano,
tras la pésima gestión del señor Fanz, quien hizo el viaje con el
equipo a Washington pero nunca se exhibió como un verdadero DT.

Triana, marginado del banquillo de la selección nacional, aceptó el
puesto de asistente del alemán.

Si bien bajo la dirección de Fanz los antillanos ganaron sus dos
primeros partidos ante Antigua y Barbuda, en la segunda ronda
premundialista de la CONCACAF, el equipo ni siquiera sumó un punto en
los primeros cinco partidos al caer frente a Trinidad y Tobago (1-3),
Estados Unidos (1- 0 y 6-1) y Guatemala (1-4).

La ruta del fracaso

Lo que ya era un secreto a voces, se multiplicó en la goleada por 6-1
ante los estadounidenses, derrota donde salió a relucir -más allá de
los errores tácticos- un fútbol escaso de creatividad y falto de ideas
en el medio campo, junto a un bloque defensivo que comprometió
demasiado al veterano Odelín Molina quien, a decir verdad, no fue
responsable ni siquiera de uno de los seis tantos.

Uno de los elementos de juicio para valorar la situación actual del
fútbol cubano pasa por la disponibilidad de jugadores.

Con las recientes deserciones de Reizander Fernández Cervantes, Eviel
Cordovez González, Maikel Chang Ramírez y Odisnel Cupper Despaigne,
podríamos hablar de una cifra récord en una "estadística" no oficial
del más universal de los deportes. Hablamos concretamente de 22
deserciones ocurridas en la selección mayor y olímpica de Cuba en
apenas una década desde el 2002. Esto sin incluir a las chicas Yisel
Rodríguez y Yesenia Gallardo, quienes a inicios de este año se
escaparon del torneo femenino de la CONCACAF realizado en Vancouver.

Algo funciona mal en la estructura del fútbol cubano. El hecho de que
los futbolistas tengan las puertas cerradas para probarse en ligas
extranjeras conspira contra la superación general del equipo.

El gobierno cubano ha aceptado que peloteros y voleibolistas
intervinieran en otras ligas en el extranjero, pero la regla no se
aplicó al fútbol.

Parece que tendremos que esperar pacientemente hasta la eliminatoria
del 2018 para hablar de otro fracaso consumado.

http://cafefuerte.com/deportes/noticias-deportivas/futbol/2267-la-agonia-del-futbol-cubano

No hay comentarios:

Publicar un comentario