miércoles, 10 de octubre de 2012

Exilio “duro” busca controlar la opinión pública cubana en el exterior

Exilio

Exilio "duro" busca controlar la opinión pública cubana en el exterior

Estos cancerberos ideológicos son los primeros responsables de
"contaminar" la esfera pública con los discursos de la intransigencia y
la difamación

Marlene Azor Hernández, México DF | 10/10/2012 11:15 am

Antes del triunfo de la Revolución, ser negro o comunista eran los
peores insultos que se podían generar para invalidar el criterio de
cualquier oponente político. Estas dos palabras contenían, sin ninguna
necesidad de explicación, la mayor "malevolencia" en su contenido
semántico. La gradación de "rojito" o "rosadito" no hacía más que
delimitar el grado de distancia con "las fuerzas del mal" pero los
referentes comunista y/o negro marcaban las diferencias entre los
"amigos" y los "enemigos". Una visión elitista de la clase media y alta
que abandonó el país y que sufrió la confiscación de sus bienes y la
pérdida de poder e influencia en la sociedad cubana.

Otros muchos cubanos hemos emigrado y perdido nuestros bienes en Cuba[1]
y otros han sido reprimidos en las cárceles del Gobierno cubano. Otros
muchos no pueden entrar a Cuba a ver a sus familiares, y no por ello
reaccionan de una manera insultante y virulenta frente a la discrepancia
con sus puntos de vista.

Si antes del 59, las afrentas mayores eran ser comunista y/o negro,
cincuenta años después impedidos de lograr consensos con las mayorías
emigradas, las estrategias discursivas se revisten de otras etiquetas
para atacar a sus adversarios políticos aunque la palabra "comunista",
"izquierdista" o "cubanólogo" se sigue empleando como el resumen de "las
fuerzas del mal" y adjudicándosela a los socialistas democráticos,
socialdemócratas, demócratas cristianos, liberales sociales, liberales
independentistas, siempre y cuando no se coincida con las posiciones del
exilio "duro".

A esta matriz del discurso se ha añadido con el tiempo, las etiquetas de
"traidores" "dialogueros", "colaboracionistas" "espías", "agentes del
gobierno castrista", "raulistas light", "cómplices", y todas las que los
lectores recuerden agregar.

En el mejor de los casos, los que discrepamos de las visiones y
criterios de esa línea "dura" del exilio se nos adjudica la etiqueta de
"ingenuos" y "bien intencionados", pero "blanditos", —recordando a
Carlos Aldana con su definición de los intelectuales como "las partes
blandas de la sociedad"—, en un antiintelectualismo compartido por los
cancerberos internos y externos.

Las posiciones políticas en discusión del exilio "duro"

- Coincido con Rafael Rojas cuando señala "los nuevos publicistas de la
ortodoxia exiliada renuncian a defender abiertamente el embargo
comercial, el levantamiento armado o la invasión de EEUU"[2], pero a
cambio está "prohibido" criticar la ley extraterritorial que sanciona a
las empresas extranjeras que comercian con Cuba, y/o sencillamente hacer
críticas a las políticas auspiciadas y defendidas por el núcleo político
cubanoamericano republicano. A las políticas gubernamentales
norteamericanas no se les puede criticar, salvo cuando parten del
Gobierno de Barack Obama para flexibilizar el contacto entre la
comunidad cubana en EEUU y en Cuba. En eso tienen plena coincidencia los
cancerberos ideológicos de Miami y La Habana.

- La palabra Diálogo, ha superado el contenido negativo de la palabra
"comunista" como fuente de todos los males. A esta palabra se le ha
vaciado su contenido semántico,-—otorgado por la Real Academia de la
Lengua Española— para convertirla en el sinónimo de "traición". Las
posiciones de este exilio "duro" es que el diálogo entre cubanos es
innecesario, todos pensamos igual (a ellos) y si alguien menciona o
llama a un diálogo nacional no es a eso a lo que se está refiriendo,
sino que se está intentando "negociar" con el Gobierno cubano. Por lo
tanto, con esta lógica autoritaria y totalitaria, llamar al diálogo
entre la comunidad cubana es sinónimo de "traición". Coincido con Geandy
Pavón[3] cuando señala: "Es evidente que para estas personas no es
posible una conversación entre cubanos sin la venia del Gobierno. En el
fondo, su fe en la omnipotencia del castrismo es mucho mayor y más ciega
de lo que creen". En este sentido replican los males de los cancerberos
de la Isla, que se apropian de las palabras, les dan un sentido muy
personal al margen del diccionario, y excluyen a las grandes mayorías de
la comunidad cubana en el exterior y en el interior del país.

- Abogar por la independencia nacional o por eliminar la presencia
norteamericana en la base naval de Guantánamo, significa atentar contra
los intereses norteamericanos en la Isla, y no se puede rozar ni con el
pétalo de una rosa esos intereses porque se espera que los EEUU "nos
liberen" del Gobierno actual. El nuevo rol que se le adjudica al
Gobierno norteamericano de resolvernos todos los problemas, se traduce
en una genuflexión sumisa y temerosa, no frente a un nuevo aliado o
amigo, sino frente a "un nuevo amo".

- Enviar las remesas familiares y visitar a los familiares en la Isla es
casi un acto de "traición". La población tiene que ser más castigada,
porque estos cancerberos han decidido que sus compatriotas de la Isla,
tienen la "obligación" de hacer un levantamiento popular y por ello hay
que "apretarles el cinturón". Desde sus cómodos sillones del exilio y
sin tener familiares de primera línea en la Isla, el exilio "duro"
espera "el reality show" en las noticias, de los enfrentamientos
sangrientos por una guerra civil o un enfrentamiento popular, e impulsan
además el martirologio como actitud cívica privilegiada. Los demás se
tienen que morir y/o arriesgar sus vidas, ellos no. Como correlato
lógico de esta visión, la población cubana es "cobarde", "bruta",
culpable de "instintos básicos y mezquinos" por que no se ha sublevado
hasta el momento. De paso, los opositores internos que defienden la vía
pacífica de lucha civil, son igualmente denigrados por el exilio "duro".

Dos ejemplos actuales de "los duros" en el exterior

Los gestores del "Contra llamamiento por una Cuba mejor y posible" y una
figura como Zoé Valdés.

Los primeros crearon un slogan de presentación de su
Contrallamamiento[4] en el cual el diálogo es sinónimo de "traición" y
"la patria", la propiedad privada de los gestores. Parece ser que la
patria es muy chica para ellos y no la pueden compartir con los demás
que discrepen de sus puntos de vista. Los que no coincidimos con sus
criterios quedamos excluidos de "la patria" y difamados de "traidores".

En el caso de Zoé Valdés[5], su estilo vulgar y su obsesión por el
dinero de "los otros", así como su fascinación escatológica, pudiera ser
un estilo entre otros muchos para alcanzar algún titular en las
noticias, similar a Fidel Castro cuando habla de la moringa.

El problema reside cuando se convierte en cancerbera ideológica para
insultar y denigrar a la comunidad cubana y los opositores, cito: "…el
ser humano, o el ser cubano, es pura mierda"; y difamando —sin ninguna
prueba— a los opositores y en el mismo estilo de un Percy Alvarado o un
Iroel Sánchez, sus pares en Cuba, dice:

"Ruego que no me manden más emailes…, como no sea aquel en el que
anuncian que alguno de los de la UNPACU, o de las Damas de Blanco, o de
Voces Cubanas, Estado de SATS, y de todas esas asociaciones que dentro y
fuera de Cuba reciben dinero de cientos de miles de asociaciones
norteamericanas y europeas (…) han derrumbado la dictadura".

Estos cancerberos del exilio "duro" siempre de espaldas a las
necesidades y reclamos de la población, y de la comunidad cubana en el
exterior, atacan los espacios públicos y /o a los activistas e
intelectuales que actúan en esos espacios y denigran a los intelectuales
y activistas de los grupos opositores internos. No son muchos, ni en
Miami ni en La Habana, pero son muy estridentes y pretenden controlar la
opinión pública con sus discursos antiintelectuales y totalitarios.

Son los primeros responsables, junto al discurso oficial de la Isla y
los cancerberos internos, de "contaminar" y coartar la esfera pública
cubana con los discursos de la intransigencia, los insultos y la difamación.

[1] Y además la mayoría ha sufrido las humillaciones de estar presente
en el censo de sus cubiertos y lozas de baño por las autoridades cubanas
que han tratado como "escorias" a todas las generaciones obligadas a "la
salida definitiva del país". Estas humillaciones han cesado sólo
recientemente en noviembre de 2011, con el decreto ley que permite la
venta o sucesión de sus casas y pertenencias a los que emigran.
[2] "Breve historia cubana de la infamia" en Diario de Cuba.
[3] "Una Cuba mejor y posible y el anticastrismo castrista" en Diario de
Cuba.
[4] "NO AL DIÁLOGO. ¡DECIDE! PATRIOTISMO O TRAICIÓN" en la plataforma
Change.org, también se encuentra en el Blog de Emilio Ichikawa.
[5] En el Blog de Zoé Valdés.

http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/exilio-duro-busca-controlar-la-opinion-publica-cubana-en-el-exterior-280719

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