lunes, 22 de octubre de 2012

El funcionario, el relevo y la Manzana de Gómez

Relaciones exteriores, Educación, República Dominicana

El funcionario, el relevo y la Manzana de Gómez

Eso de que un funcionario cubano visite un país y ventile en la prensa
sus indelicadas ignorancias resulta muy poco apropiado

Haroldo Dilla Alfonso, Santo Domingo | 22/10/2012 9:44 am

Una de las extravagancias políticas de República Dominicana es una
alianza de pequeños partidos que apoyan la gestión derechista del
Partido de la Liberación Dominicana. Lo curioso de este bloque que se
autodenomina "Progresista", es que en él anidan representantes de una
derecha intratable junto a algunos remanentes de una izquierda
desnaturalizada.

Esta última está formada por antiguos maoístas y acérrimos partisanos de
la lucha armada que han encontrado una mejor forma de realización
participando en los programas gubernamentales de administración de la
pobreza, donde encuentran empleos para sus pocos seguidores y salarios
astronómicos para ellos mismos. Pero como "izquierda" está obligada a
reclamar su espacio y revalidar su identidad donde menos costoso sea. Y
lo hacen con mucha frecuencia clamando solidaridad con la revolución
socialista cubana, es decir con una entelequia que nunca fue socialista
y que hace medio siglo dejó de ser revolución.

Entre estos partidos se encuentra el llamado Movimiento de Izquierda
Unida, que en realidad parece ser algo así como una pequeña empresa de
relaciones públicas que los gobiernos peledeístas emplean para mejorar
sus posiciones en Petrocaribe, mirar de reojo a China y Vietnam, y de
vez en cuando hacer un viaje a los lejanos orígenes antiimperialistas
haciéndoles señitas al Gobierno cubano.

Y ahora, cuando el recién estrenado gobierno de Danilo Medina ha hablado
de una campaña de alfabetización, aparece en la prensa, y en cuanto
lugar es posible, un funcionario del Partido Comunista de Cuba llamado
Juan Carlos Frómeta, quien tuvo especial cuidado en promocionar el
método cubano de alfabetización como alternativa, lo que podría aportar
algunos centavos extras a la depauperada economía cubana.

Como siempre ocurre con los funcionarios cubanos, Frómeta se ha quejado
del bloqueo/embargo norteamericano y ha ensalzado las muchas "conquistas
revolucionarias" entre las que incluye la salud y el desparrame de
médicos por todo el orbe. Pero sobre todo dijo dos cosas muy simpáticas.
Casi que dos chistes. Y en aras del buen humor, me detengo en ellos.

Una fue el anuncio a todo bombo de que Cuba se encuentra en una
"revolución de la revolución" debido a la voluntad de los actuales
dirigentes de producir un relevo generacional en el liderazgo dentro de
cinco años. Es decir, que el relevo se producirá cuando Raul Castro
tenga 86 años, su vicepresidente 87 y el tercero en la línea la bicoca
de 85. Estoy convencido de que Frómeta está en lo cierto, porque la
biología se torna implacable después de ciertas edades, y aunque los
dirigentes cubanos siempre han proclamado que el Partido Comunista es
inmortal, no parece que eso a incluya sus endurecidos dirigentes. ¿No
creen ustedes que los dirigentes cubanos deben tener más cordura cuando
hablan de temas tan delicados?

El segundo chiste fue más ligero, como de sobremesa. En un arranque de
entusiasmo, posiblemente pensando en la competencia por el programa de
alfabetización, Frómeta y sus anfitriones llamaron al combate a todo el
panteón dominico-cubano —el indio Hatuey incluido— para recalcar que
siempre ha habido lazos entre ambas naciones, y que no hay motivos para
que no los haya ahora que hay unos pesitos por el medio.

Y por supuesto que se refirieron a esa gran figura de la historia cubana
que es el banilejo Máximo Gómez. En ese punto quiero citar textualmente
la nota periodística aparecida en un periódico local:

"Frómeta dijo que los cubanos ven como un héroe cubano al general
dominicano Máximo Gómez, razón por la que han remodelado la 'Manzana de
Gómez' en La Habana, finca donde vivió el general…"

Creo que el señor Frómeta necesita ayuda: la Manzana de Gómez fue el
primer centro comercial estilo europeo de la ciudad, edificada en el
antiguo glacis de la muralla, donde por razones militares nunca pudo
haber una finca. Y cuando las murallas fueron demolidas en 1863, la
especulación inmobiliaria fue de tal magnitud que una finca hubiera sido
un despropósito.

Su nombre proviene de su promotor, un empresario cubano de origen
español, cuyos herederos son justamente los Fanjul Gómez Mena, dueños
del central Romana en RD y frecuentemente implicados en noticias
relacionadas con la super-explotación de la fuerza de trabajo haitiana.

Máximo Gómez nunca vivió en ese lugar, y murió cinco años antes de su
construcción. En realidad durante su estancia en La Habana habitó en la
antigua finca de los Capitanes Generales, a varios kilómetros de
distancia y conocida como Quinta de los Molinos.

En fin que no es para morirse, pero eso de que un funcionario cubano
visite un país y ventile en la prensa sus indelicadas ignorancias me
parece muy poco apropiado para una nación como Cuba, que reclama una
posición excepcional de sus planes educativos y de paso trata de venderlos.

Y los cubanos ¿qué hacemos, nos reímos o nos avergonzamos?

http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/el-funcionario-el-relevo-y-la-manzana-de-gomez-280993

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