lunes, 30 de mayo de 2011

La nación como pretexto

La nación como pretexto
Monday, May 30, 2011 | Por Orlando Freire Santana

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) – Uno de los más preclaros
pensadores de la República, Jorge Mañach, escribió que no tendríamos
nación "mientras no estuviésemos en posesión de una conciencia
colectiva, a la que solo accederemos cuando nos sintamos solidarizados
en nuestros recuerdos y aspiraciones".

De acuerdo con ese respetado criterio, podemos afirmar que no existe en
este momento la nación cubana, debido al abismo que separa a buena parte
de los nacidos en esta isla, tanto los que habitan dentro, como fuera de
nuestras fronteras. Por supuesto, me refiero a ese espacio intangible
que define la forma de los pueblos, más allá de los límites geográficos.

Sin embargo, los gobernantes cubanos y sus seguidores no sólo ignoran el
concepto de Mañach, sino que se consideran los únicos representantes de
la nación cubana. En ese sentido, se parapetan tras la supuesta nación
para ocultar sus manquedades. Veamos tan solo dos ejemplos entre muchos
que pudieran citarse.

En 1993 los obispos católicos, ante el estado ruinoso en que se hallaba
la isla, emitieron el mensaje pastoral "El Amor todo lo espera". Ese
documento, además de exponer las penurias que padecía el pueblo en el
período especial, sugería algunas medidas para superar tal estado de
cosas, incluyendo un diálogo con todos, incluso con los que pensaran de
un modo diferente. La prensa oficialista la emprendió en duros términos
contra el pronunciamiento de la jerarquía católica.

Para Cintio Vitier, en cambio, parecía sobrevenir una encrucijada. Al
final, el deseo de no incomodar al castrismo fue más fuerte que su
raigambre católica. Así escribió el poeta de Orígenes por aquellos días
en el periódico Granma: "Antes que aceptar el derecho a la diversidad,
hay que defender el derecho del país a la supervivencia como nación
independiente".

Años más tarde, y frente a la evidencia de la gran literatura escrita
por autores cubanos radicados fuera de la isla -específicamente mencionó
los casos de Reynaldo Arenas y Guillermo Cabrera Infante-, el crítico
Ambrosio Fornet reconoció que era necesario recuperar lo mejor de sus
obras, y los aportes que hicieron a la literatura nacional.

Sin embargo, al tratar de explicar por qué los escritores del exilio
podían crear con libertad, mientras que ellos, los atados al
oficialismo, eran incapaces de escapar de la censura, dijo: "Los de
afuera son individuos aislados que no tienen que rendirle cuentas a
nadie, mientras que nosotros, como nación, somos responsables del
conjunto de nuestra cultura".

http://www.cubanet.org/articulos/la-nacion-como-pretexto/

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