jueves, 25 de junio de 2009

Reflexiones de un periodista independiente cubano

Reflexiones de un periodista independiente cubano
24-06-2009, Díaz Marzo, Ramón

Cubamatinal/ El periodista que tenga detrás la sombra de un escritor
sufre mucho ante el dilema de alcanzar la máxima honestidad en lo que
escribe.

La Habana, 24 de junio /SDP/ El periodismo, como casi todas las
actividades humanas, se hace con la fuerza. Esta fuerza es energía, y es
inefable, adjetivo que tuve el privilegio de escuchar por primera vez
salido de los labios de doña María Luisa, esposa de don José Lezama Lima
cuando una tarde incierta de los años 70 me atreví a pararme en la
ventana de su casa que da a la calle Trocadero #162, e/Industria y
Consulado y escuché al Maestro cuando me dijo que no podía atenderme
porque le quedaba poco tiempo de vida y ese tiempo lo estaba dedicando a
redactar la segunda parte de "Paradiso": "Inferno".

De modo que la energía con la cual se hace el periodismo es invisible,
inatrapable, y sólo puede sentirse. Esa energía la dividimos en dos
grupos: negativa y positiva. Y físicamente la subdividimos en tres
grupos: mental, emocional, y mente-corazón.

Señalamos que las circunstancias influyen y determinan la dirección y el
tono con el cual enfocamos un tema., porque nuestras circunstancias
dictaminan finalmente cómo se escribe. Las circunstancias son el país
donde nacimos, los patrones que nos inculcaron: religión, costumbres, ética.

Hasta aquí hemos señalado los factores contra los cuales tiene que
enfrentarse el periodista que sea libre mientras escribe y publica. En
el caso de los periodistas independientes cubanos, siempre tenemos
encima de nuestras cabezas la posibilidad de ser encarcelados
arbitrariamente cuando se le ocurra a no sé quién en el momento que más
se le antoje y hasta pedirnos por lo que escribimos cadena perpetua como
si hacer periodismo libre fuese un acto criminal. Bueno, creo que para
una sociedad cerrada como Cuba, Corea del Norte, y algunos primos
hermanos que aún quedan por ahí: asesinar es mucho más honorable que
escribir lo que se piensa.

Luego viene un ejército de periodistas que tienen que escribir de un
modo condicionado por los intereses políticos y son los que nos pintan
la REALIDAD en blanco y negro, porque cada núcleo de poder se considera
el bueno de la película.

Así nos quedamos con un reducido número de periodistas que observan y
sienten la relatividad del comportamiento humano en casi todos los
eventos y se les hace muy difícil quedar bien con sus patrones,
patrocinadores, o el núcleo de poder que tiene el control absoluto de
los medios de comunicación.

Hay otras clasificaciones de periodistas:
los que tienen un techo de baja altura en relación con la información.
los que tienen un techo alto de información por la experiencia acumulada.

Luego llega otra clasificación de periodistas que no ven más allá de sus
narices y escriben estereotipadamente porque no usan la imaginación o no
la tienen, cualidad muy necesaria para suplir las zonas de un tema
cualquiera del cual no tengamos el 100% de conocimiento; y cuando
escriben, aunque sea de diferentes maneras, siempre es el mismo
artículo, la misma crónica, y hasta si apretamos un poco, la misma noticia.

Todos los discursos que abogan por la no contradicción para que los
periodistas sean coherentes niegan la natural verdad de este mundo.

No hablamos de la noticia. Cuando el negro "Pánfilo" recientemente le
gritó a una cámara, borracho "Esto es un descaro…Aquí lo que hace falta
es jama, iria", estamos ante una noticia que es todo un acontecimiento
en Cuba. Y ante una noticia, un hecho, nunca habrá contradicciones.

De lo que hablamos es de lo que hay más allá de la noticia y ahí entra
el artículo, reportaje, crónica, ensayo, y si volvemos apretar, el
relato y la novela. Y aquí cada periodista trabajará con su mundo
interior y el techo de información que tenga acumulado.

Los periodistas independientes cubanos en estos momentos atravesamos por
un estado de gracia. Cada cual escribe lo que se le antoja. No tenemos
encima de nosotros un INQUISIDOR que desestime nuestra opinión cuado
vamos más allá de la noticia porque perdimos el miedo.

En algunos momentos podemos parecer contradictorios, como es mi caso
personal, acostumbrado hace años a percibir la contradicción en la
REALIDAD y lidiar con ella. Para ser más claro: ya no puedo ver la
REALIDAD en blanco y negro.

Espero que nuestros lectores perdonen los matices grises que sería
imperdonable no reflejar en nuestros textos. A fin de cuentas, nosotros
trabajamos con la REALIDAD, en lucha contra nuestras personales
circunstancias. Cualquier reclamación, os digo que nosotros no somos los
responsables de que este mundo nuestro de hoy, cada vez con más fuerza,
se convierte en una bola de contradicciones. Sólo espero que no se trate
del Apocalipsis que toca a las puertas del mundo.

Si así fuera, entonces terminaron todos nuestros problemas, porque ya no
serán necesarios los periodistas y los lectores: todos estaremos muy
ocupados en desaparecer para siempre

cubamatinal.com| | (24 June 2009)
http://www.cubamatinal.com/Colaboraciones.cfm?ColaboracionID=1307

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